martes, 31 de mayo de 2011

MASONES.


Siempre que me han hablado de los masones he pensado en gente muy poderosa, adinerados y con un control parcial del mundo. Por la cabeza se me pasan muchos nombres, presidentes, políticos, empresarios…sobre todo y exclusivamente clase alta. Ójala algún masón leyese este relato y nos aportase realidades de primera mano, o criticase lo que escribo diciendo que la situación es diferente.

Voy a intentar daros una definición correcta del significado de la masonería, llamado también Francmasonería. Es una institución universal, esencialmente ética, filosófica e iniciática, cuya estructura tradicional la constituye un sistema educativo, tradicional y simbólico. Es impresionante el mundo de los símbolos en la masonería, sería para dedicarle un estudio exclusivo.


Ellos creen en un Dios único, al que llaman Gran Arquitecto del Universo, el que aparece como concepto, no como persona. Las bases fundamentales de su doctrina son el amor a la humanidad y la fraternidad universal. No prohíbe ni impone a sus miembros ninguna convicción religiosa. Tiene por objeto la investigación de la verdad, el estudio de la moral y la práctica de la solidaridad. Enseña a sus miembros a vivir honradamente, obedecer las leyes de su país, practicar la justicia, amar a sus semejantes y trabajar incesantemente por el bienestar de la humanidad. No es una secta ni es un partido político, y aleja de sus Templos las discusiones de política partidista o de todo sectarismo religioso.

Después de esta definición, seguro que muchos de vosotros os habéis quedado impresionados, porque realmente no os lo imaginabais así. Creo que objetivamente nadie conoce la verdadera historia de la masonería, llena de especulaciones y sobre la que se ha escrito infinidad de títulos desde su aparición. La masonería es en, fondo y forma, una iniciación espiritual por medio de símbolos.

Los masones piensan que Newton fue el padre de la masonería especulativa. El científico inglés es conocido por sus teorías sobre la gravitación y porque dirigía, como científico, la Casa de la Moneda de Inglaterra. Además, era un gran alquimista, saber, que constituía su devoción. Y como no, un Papa, Clemente XII, prohibió la masonería en su bula In eminenti, con castigo de excomunión: “Por eso prohibimos seriamente (…) a todos y a cada uno de los fieles de Jesucristo (…) entrar en las dichas sociedades de francmasones, o propagarlas, sostenerlas o recibirlas en su casa o darles asilo en otra parte, y ocultarlas, inscribirse y asistir o darles el poder o los medios de reunirse, suministrarles cualesquiera cosa, darles consejo, socorro o favor abierta o secretamente (…) esto bajo pena de excomunión. (…) Queremos además y mandamos (…), que todos los inquisidores se informen y procedan contra los transgresores (…) y los castiguen con las penas merecidas como fuertemente sospechosos de herejía”.

También en ese mismo año, el monarca español, Fernando VI, emitía un Real Decreto en el que se prohibían las reuniones de francmasones, después de que su confesor, el jesuita Rávago, le presentara un abultado documento con las supuestas maquinaciones de la masonería para acabar con la Iglesia y el Estado.
Gracias a Juan XXIII quedaron excomulgados.


En la institución empezaron a ingresar templarios, alquimistas, espiritistas, magos etc.…Todos ellos aportando sus conocimientos, que quedaron reflejados en rituales. Posteriormente ingresó la nobleza y más científicos. Los problemas vinieron cuando entraron los empresarios, quienes deseaban utilizar la institución para sus fines (hay que decir que no todos). Ahí empezó la desvirtuación.

Y si tú decides ser masón, existen unos requisitos mínimos: ser mayor de edad, libre (con todo lo que la palabra implica) y de buenas costumbres. Te exigirán ciertos conocimientos intelectuales para poder comprender el mundo complicado que encierra.


La célula madre de la masonería son las logias, reunión soberana de hermanos maestros (siete como mínimo) que se reúne para trabajar. La logia tiene autonomía propia y las divergencias entre logias pueden ser grandes en cuanto a los conocimientos.

Por ejemplo, la masonería en Cuba, compuesta por unos 50.000 hombres, está controlada por el régimen. Fidel Castro se dio cuenta de que la única organización viva en la isla eran las logias masónicas, por lo que le interesó su funcionamiento. No podemos decir que es un masón, pero tiene bajo su poder a los masones cubanos. Sacar conclusiones.

Centrándonos en la masonería española, donde jamás se dice, por prudencia, si uno es masón o no, se publicó que Caterina Mieras, consejera de cultura de la Generalitat, era masona. La masonería siempre ha estado rodeada por un halo de misterio, recelo, secretismo y rumores sobre su participación en complots revolucionarios. En España su presencia ha sido menor que en otros países, marcada por la prohibición y la persecución a la que se vio sometida durante años por parte de la Iglesia, la monarquía y las dictaduras.

El 24 de Junio de 1717, un grupo de ingleses se reunieron en la taberna Goose and Gridiron para fundar una peculiar sociedad que daría mucho que hablar en los siglos siguientes: la Gran Logia de Inglaterra. Un acto celebrado en la noche de San Juan marcaba el inicio de la masonería moderna, y con su nacimiento comenzaba el recorrido histórico de una de las instituciones más polémicas, controvertidas y temidas de la historia moderna. Y hablamos de esta logia, porque tuvo repercusión en España diez años después en 1728. La Gran Logia de Inglaterra recibía una carta de España, en ella un grupo de británicos afincados en España solicitaban una constitución oficial de una logia en Madrid. Entre los firmantes de aquella misiva destacaban especialmente dos nombres: el de Charles Labeyle, principal fundador y primer Gran Maestre de la logia, y el del Duque de Wharton, un polémico personaje, cuya vida estuvo salpicada de episodios singulares, traiciones políticas y otros escándalos, pero que por otra parte había sido Gran Maestre de la Gran Logia de Inglaterra por un breve espacio de tiempo.
En un hotel de la calle San Bernardo de Madrid, se fundó la logia madrileña, registrándose con el número 50, y adoptando el nombre de Las tres flores de Lys (así se llamaba el establecimiento hotelero en el que se reunían sus miembros) o French Arms, aunque en ocasiones es citada también como Matritense. Aquella primera logia masónica creada en suelo español tuvo el honor de ser también la primera del continente reconocida por la Gran Logia de Inglaterra. Aunque muchos estudiosos no dudan en calificar la presencia masónica en España como anecdótica. De hecho, en 1768 la pionera logia de Madrid fue borrada por primera vez de las listas oficiales de la Gran Logia de Inglaterra por falta de actividad. Posteriormente también desapareció de los censos, básicamente por la prohibición y persecución iniciadas en aquel siglo por la monarquía y la Inquisición.


En la situación actual, y a pesar del aletargamiento, se ha notado que en estos últimos años mucha gente se acerca a interesarse por la institución. Se dice que puede deberse al éxito de alguna novela histórica, o a alguna película taquillera. Pero yo me pregunto, ¿quién son realmente los masones en España?, posteriormente hablaremos de algunos de los mas famosos masones españoles. Ahora quiero explicaros que piensa la Iglesia de la masonería, a la cual se opone. Según la Iglesia los masones violan su primer mandamiento, ellos tienen un concepto de la divinidad opuesto al de la revelación judío-cristiana. Su deidad es impersonal. También violan el segundo mandamiento, el grave abuso de los juramentos en nombre de Dios. Formalmente invocan la deidad en sus ritos de iniciación para sujetar al hombre bajo sanciones directas a objetivos contrarios a la voluntad divina. También dicen que su deseo es destruir a la Iglesia Católica. Os podría contar mas cosas, pero no es el momento. Como último punto decir que los masones no excluyen a los católicos, y de hecho, un gran número de ellos, pertenecen a las logias en Latinoamérica y Filipinas.

Permanentemente escuchamos que tal persona es masón, o tal otra lo fue, pero en realidad no lo tenemos claro. Es imposible determinarlo por dos razones: una, porque no tenemos certeza de ello, y la otra, que aún teniéndolas es poco ético decir que una persona es masón si hasta él mismo no lo aclara y prefiere quedar en el anonimato. La masonería es una forma de vida, no una religión pero este tema ya le hemos tratado.

Por otro lado, sí podemos hablar de algunos masones famosos que han pasado a la historia y que quizás no todos lo sabéis o no lo recordáis. Por citar algunos casos, podemos recordar a Mozart, Beethoven, Albert Einstein, Montesquieu, Oscar Wilde, Napoleón, Chaplin, Leonardo Da Vinci, Descartes, Dickens, Freud, Henry Ford, Lincoln, Jefferson, John Wayne, Walt Disney, Pinochet y hasta Barak Obama incluido.

En España ha habido muchos masones de renombre que merecen ser mencionados. Debemos destacar a Francisco Giner de los Ríos, un gran pensador y pedagogo. Vicente Blasco Ibáñez, el afamado novelista. Pero uno de los más famosos masones españoles fue Antonio Gaudí, en cuya vida podemos destacar dos etapas, una de la de pertenecer a sociedades secretas como la masonería y otra, más madura, la de acentuarse hacia el cristianismo. Era una persona que conocía perfectamente la simbología masónica, aspecto que de no pertenecer a ella, sería imposible saberla.
No podemos dejar de citar a uno de los poetas mas geniales de la Historia, Antonio Machado, un masón reconocido, donde en un poema “Al maestro que se va” vemos una verdadera obra de arte dedicada a la masonería.

Al principio me he referido a la simbología masónica, un tema muy importante para la orden. La masonería está llena de estos símbolos, lo principales e universalmente conocidos son la Escuadra y el Compás, el mallete, la plomada, el nivel, la regla, el cincel y el martillo. El verdadero masón es el que ingresa en la orden teniendo un conocimiento pleno de todos los símbolos que rodean a la masonería y entendiendo perfectamente su significado. Con este tema, se podrían escribir páginas y páginas, pero lo dejaré para otro relato futuro. Como detalle
recordar que el billete de un dólar, la primera imagen que impresiona es esa pirámide con un ojo en la parte superior. La llamada “Pirámide con el ojo que todo lo ve” es claramente un símbolo masónico y del dios egipcio Horus. En su parte inferior observamos la leyenda “Novo Ordo Seclorum”, traducido sería: “Nuevo Orden Mundial” y en inglés se dice “New World Order”. Arriba, leeréis “Annuit Coeptus”, que significa “nuestra empresa es exitosa”. Todo está relacionado con la masonería, y es que se comenta que muchos de los presidentes de los Estados Unidos han sido o son masones, ahí queda eso, a ver si alguien nos puede aclarar algo al respecto. Tener en cuenta que se encuentra en el billete de 1 dólar, y he pensado, ¿será porque son los que más circulación tienen?

Se dice que Cruz Roja, UNICEF, la ONU, y la UE son organizaciones fundadas por masones, lo que demuestra una gran influencia de esta sociedad en el mundo.

Como también dije, el tema de la masonería está rodeado de misterios. Para mi no es una sociedad secreta, sino una sociedad prudente. Pero sí debemos tener cuenta, que la mayoría de los más importantes masones son políticos, gente muy poderosa que controla el mundo, donde decidirán el curso de nuestro futuro en sus reuniones secretas. ¿Qué pensáis?

Hoy se me quedan cosas en el tintero que me encantaría contaros sobre este mundo tan misterioso, pero “hasta aquí puedo leer”, como diría la famosa presentadora…….


A.E.C.

martes, 24 de mayo de 2011

THE RIPPER.


En el otoño de 1888 se sembró el terror en las calles del East End de Londres. Durante diez semanas el barrio fue el escenario de una serie terrorífica de crímenes. Años mas tarde se denominó el “otoño del terror”. Asesinatos que conmovieron hasta a la reina Victoria, quien dijo que “la máxima prioridad era encontrar al asesino de prostitutas”.

Unos crímenes perpetrados por un siniestro personaje llamado “Jack El destripador”, nombre con el que firmaba las cartas que enviaba con orgullo a Scotland Yard, y quien se perdía en las transitadas calles de una marginal zona de Londres, llenando de espanto y conmoción a las sociedad victoriana, quien nunca supo quien era en realidad “El destripador”.

Actuaba concretamente en el distrito de Whitechapel, y en áreas empobrecidas de alrededores. Su seudónimo aparecía constantemente en todos los medios de comunicación. Era un asesino inteligente, eficaz, frío y obsesionado con matar. Su modus operandi consistía en el degollamiento, estrangulación y mutilación abdominal. Muchos pensaron que tenía altos conocimientos de cirugía.

Su primer crimen oficial, por así decirlo, tuvo lugar el 31 de agosto, aunque en su día se sospechó que por lo menos dos asesinatos anteriores menos publicitados habrían sido también obra suya.

El asesino de Whitech construye de sí mismo una historia prosaica, un enigma, un fantasma que se perdía en la bruma londinense, un hombre que nunca fue visto, que no pudo ser detenido, que no se sabe porque mataba, y mas enigmático, ¿por qué dejó de hacerlo? Un misterio que en realidad se convirtió en leyenda.

Al destripador han llegado a atribuírsele 14 asesinatos algunos anteriores a 1888 y otros posteriores al mismo año. Únicamente en 5 crímenes no existen dudas que fueron cometidos por el mismo homicida. Las desafortunadas que se clasifican como víctimas suyas son las siguientes: Mary Ann Nicholls, Annie Chapman, Elizabeth Stríde, Catheríne Eddowes y finalmente Mary Kelly.


De todos los asesinatos, el más terrorífico de la lista de los cinco, fue el último. En esta ocasión y única vez, Jack estuvo solo con su víctima en un cuarto, donde pudo desarrollar toda su macabra tarea plácidamente, porque esta vez el tiempo no era el problema. El informe policial fue el siguiente:

"La garganta había sido cortada de tajo con cuchillo, casi separando la cabeza del cuerpo, el abdomen fue parcialmente rasgado y ambos separados a cuchillazos del cuerpo; el brazo derecho como la cabeza, colgaba del cuerpo solo por la piel. La nariz había sido desprendida, la frente despellejada, y los muslos descarnados hasta los pies."

"El abdomen había sido cortado de arriba hacia abajo, con un cuchillo y el hígado y las entrañas, arrancados. Las entrañas y otras partes del cuerpo habían desaparecido pero el hígado y los intestinos... según se dice estaban colocados entre los pies de la pobre víctima. El asesino había puesto encima de una mesa la carne de los muslos y de las piernas, junto con los pechos y la nariz, y una de las manos de la víctima había sido hincada en el estómago".

Mientras la policía continuaba buscando cualquier pista que le llevase al parricida, el destripador seguía asolando los barrios de prostitutas sin dejar rastros. En septiembre de 1888 el asesino se da a conocer enviando una carta a la Agencia Central de Noticias de Londres, donde llevaba la firma Jack “El Destripador”. Decía lo siguiente:
«Anduve oyendo que la policía ya sabe quién soy. Me he reído al verlos decir que están en la dirección correcta [...] Amo mi trabajo y ya quiero empezar de nuevo. Pronto volverá a escuchar de mis divertidos juegos /. . .. Suyo sinceramente, Jack, el destripador».

En el mismo mes, Jack volvió a escribir al jefe del comité que patrullaba el barrio de los crímenes, Charles Lusk, donde decía; «Lusk puede buscar en todo el infierno pero no me encontraría aunque estuviera frente a su nariz todo el tiempo. Su viejo amigo Jacky». Personalmente esto me hace pensar la prepotencia y superioridad de Jack, donde parece ser que tenía todo controlado, y esta carta no fue todo, también envió un paquete y una nota. «Desde el infierno. Señor Lusk le adjunto la mitad de un riñón que tomé de una mujer y que he conservado para usted, la otra parte la freí y me la comí, estaba muy rica. Puedo enviarle el cuchillo ensangrentado con que se extrajo, si se espera usted un poco. Firmado, Atrápeme si puede Señor Lusk."».

Posteriormente siguió asesinando sin piedad, parecía que tenía el don de ser invisible. La actividad policial era frenética, cada rincón era registrado, cada sospechoso detenido e interrogado minuciosamente. Pasó el tiempo y nunca más se volvió a saber de Jack, no hubo más cartas ni más crímenes, parecía que el asesino había abandonado la escena del crimen para siempre, el caso fue cerrado en 1892, el mismo año en el que el inspector encargado del caso se retiró.

Todos nos preguntamos, que pasó con Jack “El destripador”. Lo único que hoy en día podemos decir, es que no era un asesino cualquiera, era una persona con gran inteligencia y tal vez una educación superior a la población de WhiteChapel, incluso se dice que pudo ser un personaje de clase alta. Se ha hablado de reputados pintores de la época, miembros de la familia real británica, e incluso de masones, pero realmente nunca sabremos quien fue, de ahí que su personaje sea todo un mito histórico aun en nuestros días.

lunes, 16 de mayo de 2011

LO QUE NO VEMOS.


Hoy he recordado que hace tiempo leí algo sobre lo que no vemos y tiene vida. Después de leer esto a lo mejor os pica todo el cuerpo, sobre todo no le deis mucha importancia a lo que vais a leer, aunque es real, no es una buena idea que os lo toméis de forma personal.

No tiene sentido que nos escondamos de las bacterias ya que están tanto dentro como fuera de nosotros, y además en unas cantidades inconcebibles. Si estás sano y tienes un mínimo de higiene, tendrás un rebaño de 1.000 billones de bacterias pastando por todo tu cuerpo, una media de 100.000 por centímetro cuadrado de tu piel. Su función es la de comerse los 10.000 millones aproximadamente de escamas de piel que desprendes a diario, mas los ricos aceites y minerales que afloran de poros y fisuras. Para ellas, eres el mejor restaurante, con la ventaja del calor y la movilidad constante. A cambio ellas te ofrecen tu olor corporal.

Éstas son solo las que viven en tu piel. Hay miles de billones alojadas en el intestino y en los conductos nasales, aferradas a tu cabello y a tus pestañas, nadando por la superficie de tus ojos, taladrando el esmalte de dientes y muelas. Son en suma una gran parte de nosotros, y desde el punto de vista de las bacterias, nosotros somos una parte bastante pequeña de ellas.
Los humanos nos creemos muy listos creando antibióticos y desinfectantes, creyendo arrinconar a las bacterias en los márgenes de la existencia. No te lo creas, puede que las bacterias no sean capaces de construir ciudades, pero estarán aquí cuando estalle el Sol, este si es su planeta, y nosotros estamos en él porque ellas nos lo permiten.

Las bacterias han estado miles de años sin nosotros, y es importante que sepas que sin ellas no podríamos sobrevivir ni un solo día. Procesan nuestros desechos y hacen que vuelvan a ser utilizables. Sin su mordisqueo nada se pudriría. Purifican nuestra agua y mantienen productivos nuestros suelos. Sintetizan vitaminas en nuestros intestinos y hacen la guerra a los microbios foráneos que se nos cuelan por la garganta.
Dependemos totalmente de las bacterias para obtener nitrógeno del aire y convertirlo en aminoácidos útiles para nosotros. Para hacer esto de forma industrial por el humano (por ejemplo fabricación de fertilizantes), hay que calentar materias primas hasta los 500 grados y someterlas a presiones 300 veces superiores a las normales. Las bacterias hacen lo mismo continuamente sin problemas, y menos mal que lo hacen, si no, ningún organismo mayor podría sobrevivir sin el nitrógeno que le pasan. Y los microbios siguen proporcionándonos el aire que respiramos y manteniendo estable la atmósfera.

Además, son asombrosamente prolíficas. Las más frenéticas pueden producir una nueva generación en menos de diez minutos. Una sola bacteria podría producir, en teoría, más vástagos en dos días que protones hay en el universo. «Si se da un suministro adecuado de nutrientes, una sola célula bacteriana puede generar 280 billones de individuos en un solo día». En el mismo periodo, una célula humana no conseguiría efectuar más que una división.
Aproximadamente, una vez por cada millón de divisiones producen un mutante. Eso significa mala suerte para el mutante, el cambio siempre es arriesgado para un organismo, pero de cuando en cuando la nueva bacteria está dotada de alguna ventaja accidental, como, por ejemplo, la habilidad para eludir o rechazar el ataque de un antibiótico. Esta capacidad de evolucionar rápidamente va acompañada de otra ventaja aún más temible. Las bacterias comparten información. Cada una de ellas puede tomar piezas del código genético de cualquier otra. En el fondo, como han dicho Margulis y Sagan, “todas las bacterias nadan en una sola charca genética”. Cualquier cambio adaptativo que se produzca en un sector del universo bacteriano puede transmitirse a cualquier otro. Es como si un ser humano pudiese acudir a un insecto para obtener el material genético necesario para generar alas o poder andar por el techo. Significa que, desde un punto de vista genético, las bacterias se han convertido en un solo supra organismo... pequeño, disperso, pero invencible.
Vivirán y prosperarán con casi cualquier cosa que derrames, babees o te sacudas de encima. Basta que les proporciones un poco de humedad (como cuando pasas un paño húmedo por un mostrador) y brotarán como surgidas de la nada. Comerán madera, la cola del empapelado, los metales de la pintura endurecida...

Algunos científicos piensan ahora que podría haber hasta 100.000 billones de toneladas de bacterias viviendo bajo nuestros pies, en lo que se conoce como ecosistemas microbianos litoantótrofos subterráneos. Se ha calculado que si cogieses todas las bacterias del interior de la Tierra y las vertieses en la superficie, cubrirían el planeta hasta una altura de 15 metros, o lo que es lo mismo, la altura de un edificio de cuatro plantas. Si los cálculos son correctos, podría haber más vida bajo la tierra que encima de ella.

Como anécdota existe una bacteria de 250 millones de años de antigüedad, Bacillus permians, que había quedado atrapada en unos yacimientos de sal a 600 metros de profundidad en Carlsbad, Nuevo México. Si es así, ese microbio es más viejo que los continentes.

Los síntomas de una enfermedad suelen ayudar a propagarla. El vómito, el estornudo y la diarrea son métodos excelentes para salir de un anfitrión y disponerse a entrar en otro. La estrategia más eficaz de todas es solicitar la ayuda de un tercero móvil. A los organismos infecciosos les encantan los mosquitos porque su picadura los introduce directamente en un torrente sanguíneo en el que pueden ponerse inmediatamente a trabajar; antes de que los mecanismos de defensa de la víctima puedan darse cuenta de qué les ha atacado. Esa es la razón de que tantas enfermedades de grado A (malaria, fiebre amarilla, dengue, encefalitis y un centenar o así de enfermedades menos célebres, pero con frecuencia muy voraces) empiecen con una picadura de mosquito. Es una casualidad afortunada para nosotros que el VIH (virus de la inmuno deficiencia humana), el agente del sida, no figure entre ellos... o aún no, por lo menos. Cualquier VIH que pueda absorber el mosquito en sus viajes lo disuelve su propio metabolismo. Si llega el día en que el virus supere esto mediante una mutación, puede que tengamos problemas muy graves.


Muchas enfermedades surgen no por lo que el organismo infeccioso te ha hecho a ti sino por lo que tu cuerpo está intentando hacerle a él. El sistema inmune, en su intento de librar el cuerpo de patógenos, destruye en ocasiones células o daña tejidos críticos, de manera que muchas veces que te encuentras mal se debe a las reacciones de tu propio sistema inmune y no a los patógenos. En realidad, ponerse enfermo es una reacción razonable a la infección. Los que están enfermos se recluyen en la cama y pasan a ser así una amenaza menor para el resto de la comunidad.

Tendríamos mucho más éxito con las bacterias si no fuésemos tan manirrotos con nuestra mejor arma contra ellas: los antibióticos. Según una estimación, un 70% de los antibióticos que se utilizan en el mundo desarrollado se administran a los animales de granja, a menudo de forma rutinaria con el alimento normal, sólo para estimular el crecimiento o como una precaución frente a posibles infecciones. Esas aplicaciones dan a las bacterias todas las posibilidades de crear una resistencia a ellos. Es una oportunidad que han aprovechado con entusiasmo.


Y tras esta nota instructiva, es hora de que volvamos al mundo de lo visiblemente vivo.

martes, 3 de mayo de 2011

La bomba atómica.


El día 1 De Agosto de 1945, aviones americanos dejaron caer panfletos sobre 35 ciudades Japonesas que avisaban a la población de un inminente ataque sobre alguna de estas ciudades, invitando a la población civil a abandonarlas, porque las “bombas no tienen ojos ni sentimientos”. Todo esto con un planeado ataque a la ciudad para provocar bajas civiles como golpe psicológico. Los seres humanos somos así.

Llegó el fatídico día 6 de Agosto de 1945. El bombardero Enola Gay, un B-29, acompañado por otros dos aparatos despegó de la base aérea de Tinian, en las islas Marianas, en dirección a Hiroshima que era el objetivo principal. Los americanos tenían como objetivos secundarios Nagasaki y Kokura.

El coronel Paul Tibbets, piloto del Enola Gay, soltó sobre Hiroshima y a unos diez kilómetros de altitud la bomba ‘Litle Boy’. Ésta poseía tres metros de longitud y un peso de 3.600 kilogramos. Además, tenía 60 kilogramos de uranio-235 y tardó un minuto en alcanzar su altitud idónea para explotar a 580 metros sobre la ciudad. La explosión, de unos 13 kilotones, causó la destrucción total en un radio de 1.600 metros.


Más de once kilómetros cuadrados se convirtieron en un infierno en llamas y el 90% de los edificios fueron destruidos o dañados considerablemente. Poco después comenzó a caer una precipitación negra, de carbón, que sumó más dramatismo y más muerte. El infierno de Dante acababa de abatirse sobre Hiroshima. Recuerdo que una niña de 15 años, llamada Yamaoka Michikio, describía los hechos de la siguiente manera:

“Oí un leve ruido de motores de avión al acercarme al río...Y entonces ocurrió. No se oyó nada. Noté algo muy extraño. Muy intenso. Noté colores. No era calor. No se podía decir que fuese amarillo pero tampoco azul. En aquel momento pensé que yo sería la única en morir. Y me dije "Adiós, mamá". Dicen que soporté temperaturas de siete mil grados centígrados...Nadie de los que estaban allí parecía un ser humano. Hasta aquel momento creía que eran bombas incendiarias lo que habían lanzado. Todo el mundo estaba estupefacto. Todos parecían haber perdido la facultad del habla. Nadie podía gritar de dolor aunque estuviesen envueltos en llamas. Nadie gritaba que se abrasaba. Mis ropas ardían y también mi piel. Me había hecho trenzas pero ahora mi pelo parecía la melena de un león. Había personas, que apenas respiraban, que intentaban volver a colocarse los intestinos que se les habían salido. Personas con las piernas arrancadas de cuajo. Decapitadas. O con la cara quemada e hinchada de tal manera que resultaban irreconocibles. Lo que yo vi fue un verdadero infierno.”

HIROSHIMA, ANTES Y DESPUES DE LA BOMBA.


Muchos de los heridos que seguían en pie se habían quedado ciegos, con las pupilas, el iris y las corneas quemadas. Vomitaban sangre. Sus brazos y espaldas eran una pura llaga. Y lo más terrorífico era que tenían que ocuparse de los cuerpos abrasados de sus familiares, vecinos y compañeros de trabajo. No había precedentes para semejante acto de guerra, que rebasaba todos los límites de la capacidad destructiva de la tecnología conocida hasta entonces.
La bomba mató a 140.000 personas. También recién nacidos fueron afectados con malformaciones debido a la radiación. Pero no solo murieron japoneses, también se encontraban en la ciudad prisioneros americanos, que tras la explosión fueron linchados y asesinados a palos en las calles. También murieron miles de coreanos, que trabajaban como esclavos y que sus gritos de dolor y terror no fueron oídos por los japoneses.

Irónicamente los japoneses sabían que estos aviones llegaban a Hiroshima, los habían detectado por radar, sin embargo su única preocupación era conservar combustible y, ¿qué tipo de bombardeo patético iban a llevar a cabo 3 aviones americanos? No se lo esperaban, era impensable, pero ocurrió la tragedia.

La destrucción fue tan absoluta, que los japoneses no sabían que estaba pasando, solo sabían que las bases de Hiroshima no contestaban, el teléfono no funcionaba y había un silencio absoluto. El gobierno japonés se enteró del bombardeo por medio de un comunicado de la Casa Blanca 16 horas después.

Truman fue implacable, sus palabras al gobierno japonés fueron: “Si después de esto no aceptan nuestras condiciones, pueden esperar una lluvia de ruina desde el aire como nunca se ha visto sobre la Tierra”.

Ante esto Hirohito se negó a rendirse, incluso después de que solo tres días más tarde de la bomba, la Unión Soviética declarase la guerra a Japón.

El día 9 de Agosto, otro B-29 Superfortress, el Bockscar, partió con 3 bombarderos hacia Kokura, con Nagasaki como objetivo secundario, llevando en su interior a la bomba llamada Fat Man. Cuando alcanzaron Kokura, una cubierta lluviosa les restaba visibilidad, y los bombarderos se vieron obligados a dirigirse hasta Nagasaki.

Esta segunda bomba, Fat Man, tenía unos 6.4 kilos de Plutonio-239 y explotó a la altura prefijada de 470 metros sobre el suelo. Esta bomba, de unos 21 kilotones, generó temperaturas de casi 4.000 grados centígrados y vientos de más de 1.000 km/h.

NAGASAKI, ANTES Y DESPUES DE LA BOMBA.


Un total de 70.000 personas murieron casi instantáneamente. En torno a los 1,6 kilómetros de radio alrededor del centro de la explosión fueron totalmente destruidos. Testigos japoneses aseguraron que “Nagasaki es un cementerio en el que hasta las lápidas están destruidas”.

Tres días después, el emperador Hirohito comunicó a su familia la intención de rendirse, y el 14 de Agosto lo hizo público en un comunicado a la nación. Es importante remarcar que Truman tenía planeado lanzar una bomba cada semana hasta provocar la rendición, diciendo una vez rendidos que "los japoneses empezaron la guerra por aire en Pearl Harbor. Pues bien: hemos replicado con creces"

A los supervivientes a estas explosiones se los llama Hibakusha ( “gente afectada por una explosión”), y aún hay más de 250.000 de ellos en Japón. El sufrimiento del país entero por esas dos explosiones generó una mentalidad pacifista, a pesar que su historia era muy militarista, y comenzó la eliminación de las armas atómicas del mundo.


La discusión nunca se cerrará definitivamente, ¿fue necesario el uso de los fatídicos artefactos nucleares sobre las ciudades japonesas atestadas de civiles indefensos? Esta pregunta todavía no tiene respuesta, lo que si sabemos es que “la amenaza o el uso de armas nucleares son generalmente contrarios a las normas de la ley internacional”.

El 10 de diciembre de 1941, una encuesta llevada a cabo por los americanos reveló que el 67% de los estadounidenses estaba a favor de los bombardeos indiscriminados de las ciudades japonesas.

Albert Einstein, mostró su arrepentimiento y su deuda de conciencia, ya que él fue quien advirtió a los Estados Unidos, en agosto de 1939, por medio de una misiva dirigida al presidente Roosevelt, sobre los avances nucleares nazis, y la conveniencia de iniciarlos por parte de Estados Unidos, ya que había comprobado los efectos letales de la desintegración nuclear en cadena.

Y como siempre digo, el planeta está en nuestras manos, la guerra atómica lo destruiría.

La pregunta es la siguiente: ¿Quiso demostrar EEUU su poder destructivo?


A.E.C