miércoles, 23 de noviembre de 2011

LA CRISIS ESPAÑOLA.



En torno al año 2008, llegó hasta nosotros la palabra crisis como una gran realidad. Al principio no sabíamos a ciencia cierta las consecuencias que tendría en la economía española, ahora, en la actualidad, estamos envueltos en algo que a todos nos afecta de una manera u otra, y miramos hacia EEUU como el principal causante de la crisis que actualmente nos compete.

Hoy quiero explicaros las principales causas de esta crisis, muchos españoles lo hacen todos los días, sin obtener una respuesta clara y concisa. Podemos empezar por decir, como comentaba anteriormente, que la crisis que nos afecta tuvo sus inicios en EEUU. Fue el detonante, pero la actual crisis española es consecuencia de muchos errores en el pasado y presente de nuestra economía, y su salida pasa por plantear medidas difíciles y concretas. A continuación intentaré resumir los principales problemas que dieron lugar a la crisis que sufrimos en la actualidad.

En primer lugar me voy a referir a los sectores productivos más importantes, como la construcción, el turismo y el automóvil. Éstos se han visto afectados tanto por problemas internos como la burbuja inmobiliaria, como externos, caída de la demanda de productos turísticos y automóviles a nivel global. También nuestra demanda interna se ha visto afectada provocando pérdidas millonarias de puestos de trabajo en sectores muy intensivos en mano de obra.

En segundo lugar, y muy importante, es el deterioro de nuestra productividad con respecto a otros países. En los últimos años hemos perdido el 36% de competitividad con respecto a Alemania, principal productor europeo, lo que significa que nuestro sector exportador deja de interesar a nuestros socios de la Unión Europea, por lo tanto hemos dejado de ser competitivos.

Un tercer grupo de problemas lo podemos englobar en la inadecuada política energética y del agua, y por qué digo esto. Y digo esto porque somos un país altamente dependiente de combustibles sólidos, como el petróleo, importado de otros países. Esto se traduce en energía cara y va unido a la clara dependencia de terceros estados, lo que agrava nuestra competitividad exterior. Cuando comenzó la crisis nuestra inflación aumentó. De risa.
Antes me he referido al problema del agua, un problema económico-político, la falta de visión de políticos autonómicos dificultó la llegada de agua a zonas como Murcia, Levante y Andalucía, principales áreas para reforzar nuestro sector agropecuario e incrementar nuestras exportaciones agrícolas a Europa.

Un cuarto grupo de problemas radica en nuestro sistema financiero. La fusión de las cajas de ahorros es necesaria para asegurar la supervivencia, ya que éstas han sido las principales afectadas de la irracionalidad crediticia en el sector inmobiliario. De la misma forma también se viene reduciendo de forma drástica el crédito por parte de cajas y bancos en general. Con esto las pequeñas empresas no pueden afrontar el futuro y mucho menos sobrevivir, afectando al 80% de los puestos de trabajo en España, así como el día a día de millones de familias españolas. Todo esto es consecuencia de las llamadas hipotecas subprime. En un mundo globalizado como en el que vivimos, el virus subprime nacido en Estados Unidos y sus consecuencias, han encontrado las vías perfectas para conseguir crear una gran infección en todo el sistema financiero mundial. Los bancos que promocionaban las hipotecas subprime, necesitaban más dinero para poder continuar ofreciendo dicha clase de préstamos hipotecarios. Para ello los introducían en productos estructurados que vendían a otras entidades financieras y así obtenían nueva liquidez con la que podían continuar realizando sus actividades y concediendo nuevas hipotecas subprime. El virus de las hipotecas subprime ha conseguido enfermar al sistema financiero a nivel mundial y provocar una crisis económica internacional de consecuencia.
Muchas empresas son dependientes del crédito de los bancos, sin ellos no pueden generar proyectos y no pueden poner en marcha sus inversiones. La falta de liquidez de la banca por la crisis interbancaria es problemática, y aunque posteriormente las entidades financieras recuperan la liquidez, gracias a las medidas extraordinarias puestas en marcha por las autoridades monetarias (ej: inyecciones de liquidez) o los gobiernos (ej: compra de activos), las condiciones exigidas para la concesión del crédito, aumentan. Los bancos no quieren asumir excesivos riesgos ante una coyuntura económica tan difícil. También son menores las garantías ofrecidas por las empresas a las instituciones financieras. En tiempos de bonanza y de crecimiento económico, la banca puede entender que muchos proyectos empresariales son viables y con posibilidades de éxito, pero esos mismos proyectos, dada la severidad de la actual crisis económica, pueden ser ahora definidos como todo lo contrario. Es un temible círculo vicioso generado por la restricción del crédito. Las instituciones financieras no conceden crédito a empresas y familias por la difícil situación económica, pero la no concesión de crédito, retroalimenta el problema y consigue aumentar la severidad de la crisis.

También me gustaría referirme al sistema público en España como un gran problema. Su principal característica es la concentración del poder político, económico y la administración en la ciudad capital, que dilapida el dinero que los españoles pagamos con nuestros impuestos. Como ejemplo el famoso Plan E, que costó 15.000 millones de euros en dos años, sin crear un solo puesto de trabajo permanente. Asimismo el actual sistema político de la España de las autonomías, ha creado 17 diferentes mercados económicos, en un solo país. Finalmente, comentar que todo este despilfarro tiene un nombre, el déficit público de todas las administraciones durante el año 2.009 superó los 100.000 millones de euros. Esto significa que en los próximos años los impuestos subirán paulatinamente.

Otro problema, no menos importante, es la falta de preparación de la población española, ya que tenemos un nivel educativo bajo caracterizado por su autismo provinciano. Como ejemplo el nivel de españoles que dominan un segundo idioma tan importante en el mundo de los negocios como el inglés, es de una tercera parte con respecto a países como Alemania. También comentar que no existen programas empresariales que conecten eficazmente, nuestras universidades con el sistema empresarial.


El pasado 20 N votamos, la mayoría de españoles, para elegir nuestro gobierno. A mi parecer sigue existiendo una ausencia de liderazgo político, tanto por el gobierno como por la oposición, para llegar a un acuerdo de consenso sobre la magnitud de nuestros problemas y empezar a abordarlos con una decisión de común acuerdo, poniendo por delante los intereses de nosotros, los ciudadanos, a los propios intereses particulares de cada partido político.

En definitiva, la actual crisis tiene mucho de propia y poco de importada. Ahí queda eso.

domingo, 6 de noviembre de 2011

UNA VIDA EN LA EDAD MEDIA.


Si alguna vez me hubiesen permitido volver al pasado, elegiría ir a la Edad Media. Hoy quiero hablaros de esta época, para mi, la mejor que vivió el mundo, dejando de lado las barbaries y la superstición que la rodeaba. Fue una era llena de romanticismo, de tradición, de hidalguía, protocolo y guerra.

Con el término de edad media se hace referencia a un periodo de la historia europea que transcurrió desde la desintegración del Imperio romano de Occidente, en el siglo V, hasta el siglo XV; nunca había existido una ruptura de tal naturaleza en la cual se truncó el desarrollo cultural del continente.

Mi nombre es Lope, soy un campesino y según las leyes medievales, no soy dueño de nada. Todo, incluido en la tierra que trabajo, mis animales, mi casa y hasta mi comida pertenecen al señor feudal. Trabajo por supuesto para él, a cambio de una tierra para cultivarla. Mi objetivo es producir alimentos para mi familia y para el señor.

Mi único miedo es el hambre. En general los campesinos vivimos en la extrema pobreza, apenas con recursos mínimos para sobrevivir y con la muerte como una realidad cotidiana. Soy testigo de cómo muchos niños mueren a mi alrededor sin apenas poder hacer nada.

Vivo en una aldea, rodeada de casas. A la derecha la Iglesia, en frente las tierras, y en el horizonte, bajo la atenta mirada, se alza imponente y frío el castillo del señor feudal. Mi casa es pequeña, tiene dos plantas que he construido con mi sudor, solo tenemos una habitación para mi mujer y mis 2 hijos. El establo, el comedor y la cocina están en la planta baja, el dormitorio para todos se encuentra encima del establo, de esta manera aprovechamos el calor de los animales. Hay noches que el frío nos impide dormir.


Mis ropas son un faldón, un chaleco forrado con piel de conejo y un sombrero de paja con el que combato los días de fuerte calor. Mi mujer lleva dos túnicas superpuestas y un manto. Y mis herramientas son casi todas de madera. Para arar, tengo una reja de madera endurecida al fuego, la verdad es que el rendimiento de la tierra es bajo y los útiles de labranza son necesarios mejorarlos. Por lo tanto la comida es escasa, algunas hierbas, granos y caza pequeña. Siempre guardamos una hogaza de pan.

Ayer vinieron a visitarme los que llamo explotadores, guerreros y eclesiásticos que se quedan con casi toda la producción agrícola. Cuando pienso en el mañana, siento miedo, las hambrunas dejan muchos muertos. El año pasado tuvimos una mala cosecha y actualmente casi no comemos, por esto, todos los días suplico a Dios “danos el pan de cada día”.

Sin embargo, a pesar de toda esta escasez de bienes y comida que os he descrito, en este duro mundo no existe el desamparo. Entre nosotros nos repartimos la exigua riqueza, somos solidarios y hay que ayudar a los más pobres. Siempre estamos acompañados, como veis vivimos unos cerca de otros, pero todos ante la mirada hierática del castillo del señor. Hace años la cerveza y el pan no faltaba, en otras zonas mediterráneas se bebía mas vino. También teníamos carne, hortalizas, pescado, legumbres, verduras y frutas dependiendo de las posibilidades económicas y de la clase social. Si decir que la caza y las aves de corral suponían un gran sustento cárnico para la aristocracia, nosotros comíamos despojos como hígados, patas, orejas, tripas, tocino, etc. Como es lógico pensar, los festines y banquetes de la nobleza traerían consigo todo tipo de enfermedades asociadas a los abusos culinarios: hipertensión, obesidad, gota, etc.

Mi trabajo como os podéis imaginar es bastante duro, cuando se agotan las tierras de cultivo, debemos abandonarlas y crear nuevas para mantener el nivel de rendimiento, hasta la fecha no sabemos como hacerlo de otra manera. Me doy cuenta que poco a poco vamos extendiéndonos.

Las últimas noticias que tengo, son favorables, hay un aumento continuo de pan, impulsado por órdenes eclesiásticas, en especial los benedictinos. Este aumento provocará la fabricación de molinos, que creo que es un paso importante para la economía rural. Sin embargo, esta construcción de molinos requería grandes esfuerzos y medios, como la fabricación de las muelas y piezas de hierro. Así la iniciativa de construir estos edificios correspondía a la única persona que por su poder podía hacerlo, el señor feudal. Éste pronto verá las posibilidades económicas de los molinos y nos afectará, habrá una explotación campesina, para obtener los máximos beneficios.


Muchas veces pienso, cuando estoy solo, en utilizar animales para tirar de mi pesado arado, pero sé que esto conllevará un aumento de poder y presión del señor sobre los campesinos. Estas mejoras nos las proporcionaría él, mediante préstamos, siendo siempre deudores y con una vida mucho más controlada, si cabe. Esto último también generaría desigualdades, pienso que no todos los campesinos puedan mejorar sus herramientas por falta de capital, y por consiguiente siendo menos productivos. Habría campesinos menos pobres que otros.

Gracias al señor feudal y a su protección, la natalidad en esta aldea está aumentando a pesar de la alta mortalidad infantil. La media de vida en esta aldea es de 40 años. Los ataques externos están descendiendo y eso es bueno.

Los hombres y mujeres que tengo a mi alrededor sufren con dureza las consecuencias del medio físico. Cada vez los inviernos se hacen más difíciles, y tanto nosotros como los nobles no acercamos al fuego para combatirlo. Gracias a la leña o al carbón vegetal podíamos evitar el frío y la chimenea fue una gran invención de mis antepasados. Sin embargo, para poder luchar contra el calor, tenemos agua y las frías paredes de la Iglesia.

Cuando se esconde el sol, todo se limita, nos prohíben trabajar durante la noche, dicen que podemos provocar incendios o realizar un trabajo imperfecto debido a la escasa visibilidad. Muchas veces se han producido incendios, un descuido daba lugar a una gran catástrofe, ya que todas nuestras casas están construidas en madera. Sin embargo estas noches sirven para disfrutar de las fiestas en los castillos, donde los gritos y cánticos se alargan hasta el alba.

En definitiva, nosotros no somos privilegiados como podéis comprobar, el clero y la nobleza si. Por ejemplo, los nobles no pagan impuestos, ni trabajan, además cuentan con leyes especiales que en todo momento los favorece. Viven ostentosamente y poseen esclavos para ellos, su única misión era luchar en las filas del rey cuando procedía.

El clero en su mayoría estaba formado por los hijos de los nobles, que no podían gobernar, aprendían a escribir y a leer y llevaban una buena vida. Tampoco pagaban impuestos y su misión era llevar la palabra de Dios y rezar para salvar las almas de los demás. También copiaban libros.

En cuanto a nosotros, y con esto quiero acabar esta carta, somos la mayoría de la población y trabajamos para mantener al clero y a la nobleza, pagamos impuestos enormemente altos. Pero lo mas triste es que en épocas de guerras los impuestos aumentaban mucho mas y los guerreros saquean y destruyen nuestras cosechas, también violan a nuestras mujeres.

En 1348, la aldea fue asolada por la “Muerte Negra”.


Es una historia difícil de contar, es real, triste y amarga. Es complicado resumir todo lo que abarcó la Edad Media, pero tengo pendiente en otro momento escribir el mundo de la riqueza y los castillos en esta época, sería todo diferente, hoy he hablado de una parte dolorosa, si comentar que tuvo otras peores.